La duda, el estrés, los nervios, la pasión, las ideas, el vientre, la mente y el corazón, esta vez, se unieron con fuerza.

martes, 23 de noviembre de 2010

Estupidamente perfecto.

Odio cuando me mira. Odio cuando sonríe. Odio cuando dice "no pasa nada". Odio cuando me dice "idiota" o "tonta" Odio cuando me hace cosquillas. Odio cuando me describe. Odio cuando se pasa la mano por el cuello. Odio cuando se muerde las uñas. Odio cuando cierra los ojos. Odio cuando mira al cielo. Odio cuando estornuda. Odio cuando se expresa. Odio cuando me dice "hola". Odio cuando me besa la frente. Odio cuando me da la mano. Odio cuando me hace reir. Odio que me diga que me hecha de menos. Odio sus ojos. Odio su sonrisa. Odio tenerle ahi para lo que necesite. Odio cuando me ayuda. Odio que me haga rabiar. Odio sus pequeños lunares. Odio sus manos. Odio su ropa. Odio la manera en la que habla de la vida. Odio la manera en la que toca mi pelo. Odio la manera en que me habla. Odio cuando me hace recordar buenos momentos. Odio tener tantas cosas en común con él. Odio caminar a su lado. Odio tenerle que mirar cuando me lo pide. Odio ver cuando esta cerca y no para de mirarme. Odio su respiración. Odio que se toque el pelo. Odio que se muerda el labio inferior. Odio que disfrute tanto de la vida. Odio todas la tardes que pasamos juntos. Odio que me cuente sus chistes. Oido cuando hace de niño pequeño. Odio cuando saca su lado tierno. Odio que luche por lo que quiere. Odio su lado realista. Odio sus abrazos. Odio la manera en la que me siento cuando estoy con él.
Aunque quizás no sea todo eso lo que odie, sino, que lo que odio realmente, esque todas esas cosas, le hagan tan estupidamente perfecto.